Marbella es a la vez tabla rasa y palimpsesto. Puede ser cualquier cosa para cualquiera. Puedes encontrarte con una estrella de rock por la mañana y con un miembro de la realeza europea por la tarde. No debe haber muchos lugares donde dos personalidades tan únicas puedan cruzarse. Parafraseando a Churchill, es un caleidoscopio, envuelto en un mosaico, dentro de un crisol. Resultado de sucesivas oleadas de visitantes que han dejado su huella a lo largo de los años, Marbella es un sitio arqueológico social donde generaciones han vivido vidas de ocio bañadas por el sol. Hoy la imagen popular de Marbella puede ser la de una especie de Miami europea, pero solo hay que rascar esta deslumbrante superficie para retroceder a la época en la que Marbella era un lugar más sencillo.
Durante los años 50 era un pueblo tranquilo, polvoriento y tradicional, y hoy el casco antiguo sigue siendo un encantador laberinto de calles, algunas tan estrechas que se pueden tocar las paredes blancas y ásperas de ambos lados. En Semana Santa, las solemnes y dramáticas procesiones religiosas serpentean por este laberinto de callejones y plazas, como lo han hecho durante generaciones. Sin embargo, lo que realmente sorprende de Marbella es cuánto ha permanecido inalterado. Puede que hayan pasado a la historia personajes históricos vinculados durante mucho tiempo con la costa, incluido, por supuesto, el príncipe Alfonso von Hohenlohe, pero su presencia sigue viva en quienes vienen después de ellos.
Con un texto narrativo personal del historiador y periodista Nicholas Foulkes, visitante habitual de Marbella, este colorido volumen ilustra diversos aspectos de este pintoresco puerto, desde las montañas hasta las playas, desde el encantador casco antiguo hasta la glamurosa vida nocturna.
- NÚMERO DE PÁGINAS 304 páginas
- NÚMERO DE ILUSTRACIONES 250
- IDIOMA Inglés
- LANZAMIENTO: mayo de 2024
- DIMENSIONES: Ancho 10 x Largo 13 x Profundidad 1,5 pulgadas
- MATERIALES DE CUBIERTA Tapa dura
- Número de publicación: 9781649803474
- PESO 6,0 libras
- AUTOR Nicholas Foulkes