Sin duda, uno de los candelabros más reconocibles e icónicos de Georg Jensen, la forma fluida y sensual de Cobra ha capturado los corazones de muchos. Aparentemente desafiando la gravedad, la ligereza de los candelabros tiene un efecto mágico, que se duplica cuando la luz parpadeante de las velas se refleja en la superficie. Este conjunto de tres candelabros -pequeño, mediano y grande- forman un hermoso grupo natural que parece balancearse de un lado a otro. Al igual que una cobra en sí.