
Un arnés de seguridad de seis puntos se envuelve sobre sus hombros y entre sus piernas, una abrazadera para la cabeza y el cuello sujeta su pecho. El mundo por delante es visible sólo por encima de un borde a la altura de los ojos; el mundo detrás se ve solo a través de dos espejos poco más grandes que cajas de cigarrillos.