La templanza del blanco, la dispersión de las ramas delicadas y el fino borde de platino de cada pieza, dan a esta vajilla una suavidad natural que conduce a la convivencia.
La templanza del blanco, la dispersión de las ramas delicadas y el fino borde de platino de cada pieza, dan a esta vajilla una suavidad natural que conduce a la convivencia.